Después de presentarnos a todos los amigos de Víctor, llegó él, Alex.. mm sí me gusta el nombre, y.. ¿por qué no? Me gusta él.
Esta mañana deje todo atrás, quién sabe quizás esto sea la manera más fácil de seguir, fijarme en otros.. ¿no?
-Cris, vamos a beber un poco aquí, y luego nos vamos de discotecas y demás ¿qué te parece? Y así conocéis un poco más el pueblo.
-¡Vale! –dije aun sabiendo que a mi madre no le hubiese gustado nada la idea.. pero supongo que no se tiene porque enterar.
Así que después de subir a volver a cambiarnos para estar un poco más arregladas, bajamos a seguir con la fiesta.
Me senté en una silla y empecé a prepararme un Mohito, y alguien me susurró al oído:
-Qué bonita estas.
Me giré, y le sonreí, Alex.. esto empieza a marchar.
Un poco más tarde, salimos de la casa, Lara y yo íbamos gritando, bailando, cantando por la calle.. seguro que cualquiera que nos viese diría : “ Estas chicas están locas, pero se nota que se quieren. “
Y llegamos a la discoteca, me tiré toda la noche bailando con Alex, y no sé porque odiando un poco a Lara, mientras la veía bailar con Víctor, así que aproveché un momento que él fue al baño y le seguí.
-No quiero que le hagas daño, además tiene novio.
-A ella o.. ¿a ti? Ese es su problema, mío no vamos.
Og, le odio, va de chulo encima, joder… me acerco a él..
-¿A mí? ¿Por qué me vas a hacer daño a mí?
-¿Qué por qué? Te lo voy a demostrar.
Y entonces, lo que parecía imposible por el hecho de ser “hermanos” dejo de serlo, así en un instante, se esfumo, me besó, me besó y me volvió a besar, ni siquiera ninguno de los besos de Jaime habían sido tan sentidos, y os lo digo en serio.
Me separé de él, lo miré, no sabía que decir, por mí hubiese seguido besándolo, hasta que me doliesen los labios y se me secase la garganta, pero no fue así, él cogió la puerta y salió del baño, y me dejo ahí, aturdida…
Cuando por fin me atrevo a salir, me di cuenta de que tenía razón, era a mí a la que me iba a hacer daño, y de hecho lo consiguió, ahí estaba comiéndole la boca a mi mejor amiga, ¡y justo antes a mí! ¿A qué coño juega?
No sé qué hacer, se me acerca Alex, y me empieza a hablar:
-¿Te apetece otra copa? –yo estaba empaná no paraba de mirarlos- ¿Eh? ¿Qué miras?
Por fin me doy cuenta de que es a mí a quien le habla, lo miró, vuelvo la mirada hacia donde están ellos, y después de morirme de celos, lo besó, sí… que pruebe de su propia medicina, aunque a saber, a lo mejor ni siquiera le importa…
Pero estoy segura que algo sí le tuvo que importar, porque lo pillé más de una y más de dos veces mirándonos.
Volvimos a casa, los cuatro, Alex se despidió de Lara y de Víctor, y como no, después de mí, metiéndome la lengua hasta la campanilla… a lo mejor no ha sido tan buena idea haberme lanzado.
-Bueno, ¿vosotros qué vais a hacer? –les pregunté.
-Nos vamos a quedar aquí un ratico, acuéstate tú si quieres. –me dijo Lara, que manera más educada de echarme, entiendo que ni siquiera quieren que les sujeten las velas…-No te importa ¿verdad?
-No, no, yo me voy a acostar que estoy cansada.
Se me acercó Lara, y me susurró- Gracias, te quiero.
Pero mi vista estaba en otro lado, Víctor.
Me subo a mi habitación, me estoy poniendo el pijama, cuando escucho el móvil un mensaje… Rezaré porque no sea Jaime, no me falta nada más vamos…
“Guapa (: , soy Alex, quiero que sepas que me ha encantado estar esta noche contigo, cualquier día que quieras quedamos.”
Ois que mono, pero no le quiero hacer ilusiones… ahora no me apetece contestarle, haré que no lo he visto, y mañana se lo contestaré, no estoy de humor.
Me acuesto, me pongo los cascos a todo volumen, no tengo ganas de escuchar los gemidos de mi mejor amiga, con el tío que me besó, un rato antes…
